domingo, 3 de enero de 2010

Avatar, humanidad y musica

El otro día mi madre, que es una señora un poco izquierdosa pero mucho mas inteligente que yo, se lamentaba de tener un hijo tan reaccionario, cainita y cabrón después de haber leído los post que he ido publicando durante estos meses; Y que quereis que os diga, pues tiene razón, pero si miramos alrededor, pues la verdad es que tampoco es como para ver la vida como un anuncio de compresas, todo chupi, todo guay, lalala.

A lo que iba, ayer vi la peli de Avatar, la ultima del James Cameron, y la verdad es que he tenido el gusanillo cabroncete dandome vueltas dentro, y como si no no me voy a quedar a gusto, pues mas vale que lo suelte.

Para los que no hayáis visto la peli, y con el fin de no reventarla, (aparte de recomendaros ir a verla por la calidad técnica que tiene) os diré que hay una escena en la que el protagonista humano/alienigena lanza una arenga al resto de los alienigenas para luchar contra los humanos, y oyes, la hace tan sentida que poco me falto para levantarme del sillón e irme a tocar el timbre y limpiar el forro a mis vecinos, porque con el amor que tengo yo a mi raza, y cuando ves lo hijos de la gran puta en que nos convierte el dinero, pues que quieres que te diga, como apagar un fuego con gasolina en mi caso.

Ya se que pensareis que estoy de nuevo con mi rollo barato de la humanidad y la madre que la parió, con demagogia barata. Pero es tan simple como extrapolar los hechos de la película a cualquier región centroamericana, o africana, o allí donde no haya dinero y si recursos naturales. Antes o después caerá del cielo una compañía (probablemente gringa) que empezara a poner pasta encima de la mesa y a limpiar el forro a indígenas, en una proporción variable, pero que siempre les proporcionara beneficio. Y eso existe, solo hay que levantar los ojos y mirarlo, o querer verlo, para darte cuenta de que en singular, el hombre, el ser humano es capaz de realizar las cosas mas extraordinarias, los actos mas nobles o heroicos, pero en cuanto nos juntamos mas de tres humanos... nos convertimos en raza, y ahí es donde se jode, ahí es donde se va el invento a tomar por saco. Os propongo un ejercicio de imaginación, intentar recordar algo que haya conseguido hacer la humanidad en su conjunto y que haya sido en su propio beneficio. Os habéis cansado de pensar? Yo os diré la respuesta: NADA.
No conseguimos ponernos de acuerdo para nada, seguro que si algún extraterrestre despistado (porque no creo que aterrizasen adrede aquí viendo el jardín que hay) se posase en la tierra, en lugar de hablar con el, el país en cuestión nombraria 7 u 8 comisiones para estudiar el asunto, informar a la opinión publica y al resto de los países, en lugar de intentar unir al planeta en algo.

Lo se, soy un gilipollas sin arreglo, y a veces demuestro ser mas tierno que el pan recién hecho, pero es esa dicotomía entre lo que veo a diario en el trabajo, en la calle, en la televisión por un lado, y lo que el hombre demuestra que puede ser, lo que me hace agarrarme estos cabreos monumentales que me agarro yo mismo con el planeta en general, y por eso desde hace un tiempo, supongo que como todo el mundo a su manera, he decidido cavar una trinchera alrededor de lo que me es querido, y el resto, allá se las ventilen, porque en una guerra no se puede salvar a todo el mundo, siempre hay inocentes (aunque no todos los inocentes lo son en igual medida, pero en fin).

Sin embargo, al menos para mi, hay algo que redime en cierto modo al genero humano, algo que mil y una veces me sirve de refugio, de barrera y lugar de escape, y lo mismo que a mi, a la mayoría de la gente. Me refiero a la música. Creo que no puedo concebir el mundo sin música, y aún ahora, mientras tecleo estas lineas sentado con el portátil mientras miro dormir a mi leona con la tranquilidad que da tener la conciencia limpia y el estomago lleno de pienso, estoy oyendo música, aislándome del mundo.

Los que leéis esto y me conocéis en persona, sabéis que si voy solo, llevo siempre puesta música, casi ni me importa la canción en si, porque oigo de casi todo, desde Nino Bravo a Opera, todo depende del momento y la situación, pero la música siempre sirve para crear una barrera, un escudo que me permite ver la realidad de una manera que el ruido de cada día no te deja. Además, si tienes suerte, puedes vivir momentos especiales, de esos que te das cuenta en el momento mismo de vivirlo que es mágico y especial. Puede ser en cualquier lado y momento, pero una canción puede crear una conjunción mágica con un lugar y un momento, y ese segundo exacto se graba para siempre en el disco duro de tu vida, y estoy seguro que podrás recordarlo aunque el Alzheimer acabe con tu mente y tus recuerdos, ese segundo mágico que la música te dio estar grabado ahí.

Claro que me estoy poniendo sensiblero, y si aplico el pensamiento de que todo el mundo se refugia en la música, incluso los que no tienen otro lugar para refugiarse porque no les quiere ni la madre que les parió, y la música a veces te hace ver las cosas mejor, me pregunto porque no usan la música cada vez que hacen alguna estupidez o degradan a la especie humana con sus actos, y entonces, ese torrente de humanidad que me brotaba hasta por las orejas se me corta como el vacilon a Florentino Perez cuando salen de putas Cristiano Ronaldo y Benzema.

Así que casi mejor que dejen de oír música y se vayan a tomar por saco, pero silbando, que así no joden la música.

Todo esto sin acritud, que conste.