jueves, 24 de junio de 2010

Andadores sin correa

Llevo demasiados dias sin escribir, y no por falta de ganas, la verdad, sino porque he estado rumiando demasiadas cosas, y no es bueno ponerse a contar las cosas mezcladas. La cuestión es que al final unas enlazan con otras y me lleva a la misma conclusión, que la especie humana es un ejemplo perfecto de como el hijoputismo, la mezquindad y todo lo malo que puede existir puede entroncarse en un solo ser. Y me explico.

Andaba yo el otro dia paseando con mi perrilla por el campo, una zona alejada de calles, caminos y demas concentraciones humanas, cerca del mar y con mucho verde, para que ella corra y yo no vea gente, cuando hete aqui que veo a lo lejos un andador (o paseador, como prefirais decirlo). Problema habemus, pense para mi, este tiene pinta de ser uno de esos que cree que los perros por el campo deben ir atados, con bozal y encañonados por si acaso se les ocurre acercarse a alguien; Pero como estaba lejos y la perra venia a mi lado, pense que no habria problema. Craso error, cuando estaba a unos cinco metros de mi, la perra se acerco a olisquearle, y el fulano hizo un amago de patearla como si llevara toda la vida haciendolo.

Mi perra, que es muchas cosas pero no especialmente valiente (cicatrices que dejan el haber sido abandonada) se tiro al suelo, y el andador mascullo con tono de desprecio :"quita de aqui que te...", y simplemente no le deje acabar. Me acerque a el y le pregunte el porque de esa actitud, si la perra no se habia acercado ni siquiera a dos metros de el, a lo cual el andador (sin duda engallado porque le hable en un tono de voz normal y tratandole de usted), me dijo que lo que tenia que hacer era llevarla atada y que si se le acercaba le daba una patada "que la mataba". Todavia mantuve un poco el temple y le dije que demostraba no tener educación, porque yo le estaba tratando de usted y el tuteandome, y le repeti que la perr no se le habia acercado ni le habia hecho nada para que se comportara asi, a lo cual me contesto que a ver si era tonto, que ya me lo habia advertido y que como la perra se acercase, la mataba.

Y hasta ahi llego mi sociabilidad (no direis que no lo intente), asi que tanquilamente me quite los cascos, me acerque a el y le dije que ya que se comportaba como un idiota, se lo haria entender como un idiota. Ahi el tio ya me empezo a mirar raro, porque la cara se me habia transfigurado (los que me conoceis en persona ya sabeis de lo que hablo), y mientras empezaba a temblar como si estuviera metido en pelotas en un congelador (cosas de los ataques de mala leche) me acerque el diciendole que si hacia el mas minimo gesto de intentar tocar a la perra aunque fuese para acariciarla, le prtia el cuello, le tiraba al mar y llamaba al 112 diciendo que un jubilado se habia despeñado por el acantilado. El gesto del andador se fue descomponiendo, pero aun asi hizo amago de querer responder (supongo que para salvaguardar su honrilla personal) pero no le di tiempo, ya que le grite (ahi ya creo que me oyo cualquiera que estuviera en 2 kms. a la redonda) que entre buscarme un problema por partirle la cara y dejar que maltratase a mi perra, evidentemente preferia buscarme el problema, ya que por lo menos tendria la alegria de haber sacudido a un saco de mierda.

No se si fue la mirada, o las voces que le di, pero el andador vio que habia perdido y que tenia mucho mas que perder, y se dio media vuelta, siguiendo su camino mientras mentaba a mi madre y a mis muertos mas frescos. Le deje que se marchara mientras miraba a mi perra, todavia tumbada mirandome con miedo, intentando entender porque alguien la queria hacer daño cuando ella solo queria darle cariño. No pasa nada, le dije mientras la acariciaba, ni tu ni yo lo veremos, pero mi raza se extinguira, y con un poco de suerte, la tuya sera la que mande, y a lo mejor os podeis cobrar todas las hijoputadas que os llevan haciendo siglos por dar cariño y amistad a quien no se lo merece.

Asi que a la mierda todos los que odian a los animales, porque quien no es capaz de respetar un animal, no es capaz de respetarse a si mismo; Y antes de que empiece todo el mundo a hablar de perros peligrosos, mordiscos, etc, os dire que uno de los perros con los que mas juego es un bicho de 50 kilos, negro y con una boca que parece un tunel. Se llama Yako, es un doberman y pondria mi vida n sus manos antes que en las de muchos humanos.

Todo esto sin acritud, que conste.