lunes, 19 de abril de 2010

Y comieron perdices...cocinadas por el Principe

Para que luego digan que soy de gatillo fácil, he dejado pasar unos días para que se me asiente el veneno, porque si no teníamos bastante en el cortijo en el que han logrado convertir la política en este país con la chupiministra y su ONG "Soldaditos Sin Fronteras", ahora se nos descuelga la mas joven y lozana de las ministras del cartel, la Señorita (la supongo soltera porque con sus planteamientos sera difícil tener pareja, y observar que digo finamente pareja, no hombre, para no caer en provocaciones sexistas) Bibiana Aido, con su intención de retirar de los colegios ciertos cuentos clásicos, por sexistas, machistas y carcas.
Como las declaraciones son de las que cierran esfínteres, las extracto para que no digáis que me sublevo y solicito el Armaggedon gratuitamente. Leed y juzgad:
"Casi todas las historias colocan a las mujeres y a las niñas en una situación pasiva, en la que el protagonista, generalmente masculino, tiene que realizar diversas actividades para salvarla”

Y tan ancha se quedo. La verdad es que cuanto mas las leo, mas ganas de llorar me dan, para que engañarnos. Aunque en honor a la verdad, también me hacen reír, viendo la calidad y cantidad de cultura derrochada por los que se suponen pilares de las instituciones en las que se asienta la sociedad (al menos así era en la Antiguedad, se supone que mandaban los mas sabios, igualito que ahora)
Solo se me ocurren dos posibilidades; La primera es que a esta señorita ministra no le leían cuentos de pequeña y probablemente por la falta de elementos discordantes en su mente, sin un cliche machista que la empujase a posiciones pasivas llego a ministra (Razón por la que si un día tengo una hija, le leeré no uno, sino 6 cuentos cada noche, para evitarle traumas que a la larga vemos en lo que degeneran).
La segunda razón que se me ocurre (y es la que mas miedo me da), es que esta señorita que pretende impartir lecciones de urbanismo, buenas costumbres e igualdad (amparada, eso si, por una colcha consistente en un saco de millones de Euros), no ha pasado de la primera lectura de los clásicos en si, es decir, no ha pasado de la lectura que hace un niño del cuento, sin pararse a pensar en lo que realmente se supone que enseñan; Lecciones o enseñanzas de índole moral. Entiendo que para esta mujer el sacrificio de "La Sirenita", la amistad que se demuestra en "Blancanieves y los siete enanitos", y el resto de conceptos (el amor, el compromiso, la enseñanza, aunque ilusoria, de que el bien siempre vence al mal....) son simplemente gañifas que eliminar de un plumazo, en aras de una sociedad igualitaria.
Me pregunto si se estará planteando incluir en la lista de cuentos prohibidos "Ricitos de oro y los tres ositos", aunque no tengo claro si lo hará por incitar a la zoofilia (eso de meterse en la cama de un oso....) o al robo (entrar en casa ajena, comerse la sopa....)
Haganos un favor señorita ministra, y hagaselo sobre todo a si misma. Busque a algún adulto que le lea los cuentos, y no se quede con dudas, pregunte, y vera como les encuentra cierto gustillo cuando los entienda.
Y si no los termina de entender aunque se los expliquen, alquile (o mejor compre, así su colega Gonzalez-Sinde estará mas contenta), algún DVD de los clásicos de Disney, vera como en el fondo, bajo su apariencia de mujer fria y moderna, consigue emocionarse, y puede que hasta sonreír cuando la princesa reviva después de un beso del príncipe, o cuando Cenicienta joda a sus hermanastras y se lleve al catre al Príncipe. Y hasta puede decir al final, "Y comieron perdices...cocinadas por el Príncipe".
Mientras tanto, deje usted los cuentos tranquilos, y vayase a la mierda, señora ministra
Todo esto sin acritud, que conste.

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