jueves, 20 de mayo de 2010

La mala educación

Mira por donde lo que son las cosas, pensaba que iba a tardar mas en escribir otro post, pero cuando no es la prensa es la gente, total, que si no es por una cosa es por otra, así que hoy vengo a reflexionar en voz alta, sin acritud, de la mala educación.

Todo esto viene a cuento de un par de detalles que me han pasado estos días y sobre los que he estado pensando. Os los expongo tal como pasaron, y juzgar vosotros mismos.

El otro día iba paseando por la calle, en mi linea (cascos puestos y en plan francotirador, a mi aire, sin prisa, observando) y me cruce con una cuadrilla de chavales, mas o menos normales según mis parámetros de normalidad (bien vestidos, sin enseñar el gayumbo ni vocear, en resumen, normalitos). Total, que cuando llego a su altura y nos cruzamos, uno de ellos echa un gargajo, un señor pollo que cayó justamente donde se encontraba mi pie un segundo antes.

Mi careto fue todo un poema, y de hecho me compuse la escena mentalmente, intentando adelantarme a la cronología, para saber a cual de ellos debía de endilgarle el primer viaje antes de que el resto me inflaran a leches. Pero hete aquí que siguieron para adelante, sin darle importancia, como si no hubiera pasado nada. Yo que ultimamente intento hacer examen de conciencia porque mi madre (que lee estos posts) no hace mas que decirme que soy un radical y un facha, pensé que igual es que era un exagerado, porque al fin y al cabo, el escupitajo no me había dado, y oyes, no es plan de liarse a golpes con unos menores desangelados por un quitame allá esos pollos, así que continue andando.

Total, que en esos pensamientos iba, haciendo examen de conciencia, y pensando que me encabrono por nada, cuando llegue al coche. Me monte, y cuando iba de camino a casa, pare en un paso de peatones para que cruzara una señora. No fue un frenazo brusco, ya que era una calle transitada, media tarde y había mucho trafico, así que simplemente frene suavemente para que pasara la mujer. Pues el colega que venia detrás mio no debió de verlo así, porque me empezó a meter una serenata de bocinazos y ráfagas de luces, como si fuese el jefe de un equipo de bomberos que va a apagar un incendio y yo un hijoputa que tratara de impedirlo.
Mientras tanto, la señora acelero el paso, supongo que temiendo que yo cediera a la presión del maromo bocinero y me la llevara por delante en plan Farruquito.

Y hasta ahí llego mi examen de conciencia ese día, porque una cosa es que te echen un gargajo al pie y otra que te monten el pollo por parar en un paso de cebra. Así que puse el freno de mano, y me baje yendo hacia el maromo del coche de atrás. El pavo cuando me vio bajarme, se quedo un poco sorprendido, mientras me acercaba al coche (eso si, ponía disimuladamente la rodilla en la puerta para que no me diese con ella) y le preguntaba tranquilamente que a ver que problema tenia. Mientras, mentalmente, hacia el perfil del maromo. Cincuenta y tantos, coche medio, seguramente llega a casa tarde porque se ha entretenido con los amigotes y no llega a recoger a la contraria. Así que prepare mi trinchador de tontos portátil, toque mentalmente a degüello y le di carrete.

EL tío me miraba un poco mosqueado, esperando que le salpicase un viaje por las buenas, y de hecho tenia la ventanilla medio subida, pero aún así, enseñaba los belfos como los perros. Me pregunto a ver si pensaba parar en todos los pasos de cebra, y gentilmente le pregunte si tenia prisa. Cuando me dijo que si, le conteste :"Y porque? no tengas prisa, así tu madre podrá hacer algun cliente mas antes de que llegues y menos tiempo de esquina mañana.". Y me di la vuelta antes de que su cerebro consiguiese enlazar lo que le acababa de decir. Y es que vapulear a un tonto es como robar un caramelo a un niño.

Ahora es cuando pensáis que soy un facha, un radical y todas esas cosas que mi pobre madre me dice (y que me resbalan, todo hay que decirlo) pero si vais mas allá de las anécdotas en si, os podréis dar cuenta de que en esta sociedad estamos perdiendo (o mejor dicho, hemos perdido) todo tipo de educación. Se ha sustituido el tratar de Usted por el tu, por el rollito del colegueo y evitar la formalidad, los jóvenes no respetan no ya a la policía, sino cualquier tipo de autoridad, a la cual asocian con represión, y claro, eso como que no se lleva, es carca y retro y no mola nada... así que cuando el niño a la niña llegan a casa diciendo que el profe les ha pegado un chorreo en casa, saltan los papis como hienas a por el profe, faltaría mas, abucharar mi niña que no ha hecho nada, y encima el hijoputa ese.... Y claro, con el paso del tiempo, los profesores han dicho que a las bestias las eduquen los domadores del circo o su puta madre, que les es indiferente porque ellos están para impartir clase, no para aquietar fieras asilvestradas.

Pues que queréis que os diga, a mi mis padres me dieron una educación en la cual respetar las normas y a quienes las hacen cumplir (léase policía, seguratas...hasta bedeles joder!!!), el tratar de usted a las personas mayores y desconocidos, eran una forma de vivir, y la verdad, creo que no lo hicieron nada mal, porque viendo lo que hay pululando ahora por las calles.... me quedo con mi educación, aunque a algunos les parezca carca y retro.

Supongo que los que hoy defienden la laxitud en la educación, son los que mañana denuncian malos tratos de sus hijos, y se lamentan por las esquinas como plañideras, diciendo que no saben como han podido llegar a ese extremo... Pues todo empieza por un gargajo, o por no preguntar porque le ha abroncado el profesor, o por dejar que al abuelo le digan :"Que pasa viejo".

Me dan ganas de extenderme mas, pero como hago ultimamente, dejare que me bajen las pulsaciones, porque la verdad es que lo de la educación de los jóvenes da para varios posts, así que simplemente dejemoslo aquí con un consejo; Si os cruzáis con una cuadrilla de chavales, intentar no llevar sandalias. Por si acaso.

Todo esto sin acritud, que conste.

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